lunes, 20 de abril de 2009

Mi vaca y yo

La salud, la religión, la vivienda e incluso el amor. Para los masais toda su vida gira entorno al ganado a que poseen porque para ellos: las vacas son sagradas.

Esta tribu, que se sientes orgullosos de oler como sus animales, vive tan arraigados a su ganado que se llega a establecer con él una relación afectiva en la que el hombre puede llegar a sentir mayor cariño por sus bueyes que por su mujer.

Tanto su alimentación, leche, sangre y carne para su dieta, como su vestimenta, cuero y pieles para su ropa, dependen del ganado tanto como del estiércol de los animales para fabricar sus viviendas. Incluso en el amor, materialista y en el que la belleza física es importante, el número de esposas de un hombre depende de su riqueza en rebaños siendo el precio de una esposa es de unas tres vacas, dos ovejas y un buey, por lo que un hombre muy rico puede poseer hasta 20 mujeres aunque son pocos los que tienen más de cinco

En la actualidad, muchos masais se han integrado en la cultura occidental como personal de servicios de empresas turísticas y los que han permanecido en sus tierras de origen son utilizados como reclamo turístico posando para que los turistas les fotografíen a cambio de dinero. Pero a pesar de los cambios sociales que afecten a esta antigua civilización la cultura original de los masais siempre se recordará por su ganado, el símbolo más representativo de su riqueza y poder.
Mónica Madrid

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